Problemas + Soluciones = El arte de vivir

Problemas + Soluciones = El arte de vivir

Sobre todo ahora, desmitificar el concepto popular de lujo es muy importante. Tú me conoces y sabes que para mí jamás ha significado la posesión de algo (mucho menos de alguien), ni nada que tenga que ver con lo material, aunque, también es oficial que disfruto mucho adquirir creaciones que signifiquen algo para mí. A título personal. No necesariamente su valor monetario es alto.

El lujito de este momento, mismo que estoy por compartirte, nace de un encuentro con algo material, que posteriormente, al escudriñar, descubro que es el resultado de la pasión, paciencia y resiliencia humana y que, por consecuencia, su valor lo lleva en su corazón y no en el material con el que está hecho:

 En anteriores ocasiones te he contado que conozco la Alta Relojería gracias nada más y nada menos que a Audemars Piguet. Bueno, a un par de años de haberle conocido, fui invitada a su manufactura en Le Brasuss, Suiza. Ya habían parado las nevadas pero la ciudad seguía blanca y congelada, salvo por la calidez de toda la gente de AP. Uno de sus creativos  dijo que su trabajo consistía en resolver problemas, ya que si no se enfrentaba a ninguno, significaba que no estaba creando algo único.

Me impactó mucho ese comentario porque normalmente vamos por la vida evadiendo los problemas, en lugar de entender que ellos nos acercan a la posibilidad de superarnos, intelectual, física, emocional y/o espiritualmente.

Te confieso: me parece que se habla demasiado sobre fórmulas para encontrar la felicidad. En principio, sabes que para mí esta puede ser una ilusión óptica, una trampa y no un escalón hacia nuestra realización, hacia una vida buena que es mucho más interesante, real. ¿A qué voy? A que en vez de buscar la felicidad, vayamos por la vida creando momentos dichosos que nos permitan disfrutar el minuto a minuto; pero sobre todo, a que no dejemos de andar aunque esto implique que algunos momentos, en vez de dulces, puedan ser un tanto agrios. Llamémosle problemas, como me enseñaron en Le Brassus. Si en lugar de esconder a los problemas los honramos, es decir, les encontramos una solución, nos irán haciendo virtuosos del arte por excelencia: la vida.

 

Te invito, a partir de ahora, así como lo hice yo y tal como se describe Audemars Piguet: A (re)nacer en Le Brassus y a evolucionar en el mundo. Con el mundo. Por el mundo. ¡Sonrisa garantizada!

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El arte de la editorial no es simplemente ensamblar palabras e imágenes, es darle vida a historias y perspectivas. Acompáñame en un viaje tras bambalinas para conocer la esencia y el corazón de mis revistas, GLOW y BLACK, y cómo se convirtieron en voces auténticas en el mundo de la moda y la cultura.

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